domingo, 5 de abril de 2009

Nuestra Señora del Perpetuo Socorro


Nancy Maccagnani Rinaldi nos obsequia con la foto de la Virgen que adorna el altar de la Capilla de Plá.
Al respecto transcribo la anécdota que nos contara oportunamente Héctor Lesca:
Cuando la Capilla estaba en construcción, recuerdo que estaban haciendo un alambrado perimetral, y nos habíamos juntado algunos a curiosear, cuando llegó Don Enrique en su Opel celeste y blanco y se arrimó a nosotros a conversar y a mí se me ocurrió la misma pregunta que a vos :¿Por qué se llamará así?, y nos contestó "Porque salvó un barco que se estaba hundiendo". Otro le preguntó "para cuándo iban a traer la estatua" y nos contestó que no iba a haber "estatua" porque lo único que existe de Ella es un cuadro. Ya sabíamos el nombre porque el padre Miguel S. Fox venía a Plá en esos días, hasta tres veces por semana, andaba con una alegría bárbara en la Ford A color negro tan desteñido que parecía violeta.

Por otra parte, la historia oficial es más o menos así:

El icono original está en el altar mayor de la Iglesia de San Alfonso, muy cerca de la Basílica de Santa María la Mayor en Roma.
El icono de la Virgen, pintado sobre madera, de 21 por 17 pulgadas, muestra a la Madre con el Niño Jesús. El Niño observa a dos ángeles que le muestran los instrumentos de su futura pasión. Se agarra fuerte con las dos manos de su Madre Santísima quien lo sostiene en sus brazos. El cuadro nos recuerda la maternidad divina de la Virgen y su cuidado por Jesús desde su concepción hasta su muerte. Hoy la Virgen cuida de todos sus hijos que a ella acuden con plena confianza.

Historia

En el siglo XV un comerciante acaudalado de la isla de Creta (en el Mar Mediterráneo) tenía la bella pintura de Nuestra Señora del Perpetuo Socorro. Era un hombre muy piadoso y devoto de la Virgen María. Cómo habrá llegado a sus manos dicha pintura, no se sabe. ¿Se le habría confiado por razones de seguridad, para protegerla de los sarracenos? Lo cierto es que el mercader estaba resuelto a impedir que el cuadro de la Virgen se destruyera como tantos otros que ya habían corrido con esa suerte.

Por protección, el mercader decidió llevar la pintura a Italia. Empacó sus pertenencias, arregló su negocio y abordó un navío dirigiéndose a Roma. En ruta se desató una violenta tormenta y todos a bordo esperaban lo peor. El comerciante tomó el cuadro de Nuestra Señora, lo sostuvo en lo alto, y pidió socorro. La Santísima Virgen respondió a su oración con un milagro. El mar se calmó y la embarcación llegó a salvo al puerto de Roma.

jueves, 2 de abril de 2009

fotos del rural bike enviadas por Mariana Longo


Mariana ha enviado una serie de hermosas fotos del reciente evento de rural bike.

Gracias Mariana!!!!!!